En 2024, la Península de Yucatán vivió uno de los años más severos en términos de incendios forestales, con 123 siniestros que dañaron cerca de 140 mil hectáreas, según la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Quintana Roo fue el estado más afectado de la región, ocupando el séptimo lugar a nivel nacional con 91,547 hectáreas consumidas. Campeche y Yucatán registraron afectaciones de 27,666 y 20,333 hectáreas, respectivamente.
La mayor parte de los daños se concentró en vegetación arbustiva, con 115,898 hectáreas afectadas, seguida por áreas de maleza, árboles y hojarasca. Aunque la región tuvo menos incendios en comparación con otros estados, el impacto sobre la superficie dañada fue significativo, lo que podría generar efectos adversos en la biodiversidad y los ecosistemas locales.
En Yucatán, el aumento de incendios fue alarmante. Durante 2024, el estado registró un incremento del 93.33% en el número de siniestros y una superficie dañada 26.6 veces mayor en comparación con el año anterior. Estas cifras destacan una tendencia creciente en los daños por incendios en la región.
A nivel nacional, México reportó más de 8 mil incendios forestales en 2024, afectando 1.67 millones de hectáreas. En este contexto, la Península de Yucatán, aunque no lideró en número de incidentes, experimentó pérdidas significativas en términos de superficie, lo que subraya la gravedad del problema en la región.
La Conafor destacó que los incendios forestales de 2024 evidencian la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y manejo del fuego, con un enfoque especial en regiones como la Península de Yucatán, donde el impacto ambiental ha sido severo.