Brayan Camilo Torres, con el respaldo de su familia y superando obstáculos, se convirtió en piloto de avión comercial.
Lo que destaca de su historia es que, junto con sus parientes, financiaron su formación con un crédito, saldando la deuda con la venta de tamales.
Sus primeras 6 horas de vuelo, de Barranquilla a Neiva, culminaron con éxito en el aeropuerto Benito Salas.
Este logro es sólo el comienzo para Brayan, quien aspira a ser un piloto reconocido a nivel internacional. Su historia demuestra que los sueños, con esfuerzo y apoyo, pueden hacerse realidad.