La madre de la menor daba el consentimiento al sujeto para estar con su hija, inclusive le daba pastillas para no embarazarse
Mérida, Yucatán, 19 de abril del 2021.- Después de alegar que tenia covid-19, Florencio X.P. tampoco acudió a la audiencia de imputación para responder por los delitos de trata de personas en su modalidad de prostitución ajena, violación equiparada continuada y corrupción de menores continuada, ya que ultrajaba constantemente a una niña desde los 11 años, con la complacencia de la madre que también era su amante.
Inclusive la coacusada María Asuri N.P., alegó que en esa misma fecha que iba a recibir la vacuna contra el Covid, tampoco compareció ante la juez de control de Valladolid, Claudia Crisol Antonio Mayor.
La mujer sólo mandó un justificante médico, indicando que tenía colitis y, por lo tanto, tampoco iba a comparecer.
Esta pareja, al parecer, ya se dio a la fuga, por falta de vigilancia de las autoridades encargadas de procuración de justicia, que no tomaron en cuenta la gravedad de los delitos que se les achaca.
Es de aclarar que el padre de la menor agraviada, J.M.A.N., en agosto de 2018 dijo que llegó a él su hija y le comentó que no deseaba regresar con su mamá a Tixcacaltuyub, comisaría de Yaxcabá, pues su madre la trataba mal.
El sujeto vive en Ticul y seis años atrás su esposa se llevó a sus tres hijos a Tixcacaltuyub, de donde es originaria, pues empezó a sostener una relación sentimental con un sujeto de nombre Rutilio Ch.P., y ella le impedía ver a los menores.
Meses antes, el mayor de sus hijos había escapado de la custodia materna y le dijo que no deseaba regresar con su madre, porque lo maltrataba mucho, lo castigaba sin motivo y lo dejaba sin comer.
Por eso acogió a la menor y, al poco tiempo, una de sus hermanas, que se encargaba de cuidar a la niña, que para ese tiempo contaba con 13 años, le dijo que tenía que hablar con su hija, que ésta le iba a contar unas cosas bastante graves.
Se enteró que cuando su hija tenía 11 años, la pareja de su madre se quedó sin trabajo y un día su mamá le dijo que tendría que ayudarla a pagar las deudas que había contraído.
Un día llegó hasta la casa que habitan, en Tixcacaltuyub, un auto blanco y su progenitora le dijo que la acompañara a Yaxcabá.
Al volante se encontraba Florencio, quien es el dueño de la tienda Diconsa del poblado, y las trasladó hasta una brecha de la carretera que comunica con la cabecera.
Allí su madre, le dijo que tendría que acostarse con este sujeto y éste la forzó a sostener relaciones sexuales, para luego hacer lo mismo con María Asuri.
Los ataques se sucedieron durante casi dos años y por los mismos la mujer recibía entre 300 a 350 pesos.
Para que no quedara embarazada, su mamá la obligaba a tomar pastillas.
La última ocasión que fue atacada sexualmente fue en agosto de 2018, en una brecha de Sotuta, donde su madre, como siempre, terminaba de tener relaciones sexuales con el sujeto y en esa ocasión recibió 350 pesos.
Es por eso que al ir a Ticul y verse con su padre no quiso regresar más con su mamá y contó lo que le estaban haciendo.
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