Con las celebraciones de fin de año, el uso de pirotecnia genera impactos negativos en sectores vulnerables, entre ellos las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Debido a su hipersensibilidad auditiva, muchas enfrentan estrés, autolesiones y conductas disruptivas.
Sandra Erosa Espinosa, directora de la Asociación Yucateca de Lucha Contra el Autismo (Ayuda), explicó que las personas con TEA suelen tener alteraciones sensoriales, siendo la hipersensibilidad auditiva una de las más comunes.
Esto hace que los sonidos fuertes sean percibidos de manera intensa, provocando ansiedad, llanto o necesidad de ocultarse.
Erosa subrayó la importancia de implementar estrategias para minimizar los efectos de la pirotecnia, como el uso de audífonos bloqueadores de sonido, tapones auditivos y apoyos visuales como pictogramas. También sugirió identificar las viviendas de personas con TEA y señalizarlas, invitando a los vecinos a evitar el uso de pirotecnia cercana.
La especialista hizo un llamado a reflexionar sobre los efectos de la pirotecnia no solo en personas con TEA, sino también en animales, el medioambiente y otras comunidades vulnerables. Reconoció que la regulación del uso de pirotecnia es un reto, pero abogó por campañas de sensibilización para minimizar su impacto.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 1% de la población mundial presenta TEA. Aunque no existen cifras oficiales en México, esta condición es cada vez más visible gracias a esfuerzos de concienciación y atención.
Erosa concluyó que las familias y autoridades deben trabajar en conjunto para desarrollar estrategias inclusivas que permitan celebrar de manera responsable, sin afectar a quienes son más vulnerables al ruido extremo.