El Gobierno de la Ciudad de México declaró el proceso de elaboración del pulque como patrimonio cultural inmaterial.
Esta declaratoria busca preservar la tradición que involucra la extracción de aguamiel, la fermentación y el uso de recipientes para su almacenamiento.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, anunció la medida durante su informe mensual y destacó que el pulque se produce en nueve de las 16 alcaldías, incluyendo la Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Magdalena Contreras.
La declaratoria se publicó en la Gaceta Oficial el 2 de octubre y establece un plan de salvaguardia para proteger los conocimientos ancestrales de los tlachiqueros y pulqueros, que han transmitido esta práctica por generaciones.