El Museo de Arte Sacro de Yucatán, instalado en una sección del ex convento franciscano de San Francisco de Asís de Conkal, exhibe una importante parte del patrimonio histórico y cultural de la Península, pero en su colección también guarda una serie de enigmas, que van desde misteriosas pinturas, retratos que parecen seguirte con la mirada y otros más que “envejecen” según desde el punto que los veas, así como una efigie que, por increíble que parezca, posó para la cámara de una madre superiora de Guadalajara que pintó el lugar.
Sin embargo, resalta la representación de un Cristo en la cruz que se resguarda en un salón de lugar que, inexplicablemente, emite un calor corporal, como si la imagen estuviese viva, y eso no es todo, pues son muchas las personas, historiadores y expertos religiosos los que aseguran que a la sagrada efigie le crece el cabello.
Y es que estos son sólo algunos de los misterios que guarda el lugar, el cual está cargado de un alto valor histórico, cultural e histórico, por lo que si tienes oportunidad de visitarlo, no la dejes pasar.
