Dayle Ojeda, una judoca cubana, desapareció de la concentración de su delegación poco antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. La atleta, de 30 años, formaba parte del equipo que apoyaba la preparación de la campeona olímpica Idalys Ortiz y debía regresar a Cuba antes del inicio de las competencias.
La fuga de Ojeda se suma a las recientes deserciones de otros atletas cubanos, como el luchador Ángel Pacheco, quien huyó durante una competencia en Croacia, y los gladiadores Susana Martínez, Santiago Hernández y Osmany Diversent, quienes desaparecieron en México. Este incidente refleja un patrón creciente de deserciones entre los deportistas cubanos durante eventos internacionales.