Más de 9,000 personas, en su mayoría vestidas de blanco, se congregaron ayer en la zona arqueológica de Chichén Itzá para ser testigos del descenso de Kukulcán, en el marco del equinoccio de primavera.
Visitantes de diversas partes, principalmente de Quintana Roo, acudieron desde tempranas horas para vivir este evento especial.
Los turistas esperaban ansiosos el momento en que la serpiente emplumada aparecería en la escalinata norte del Castillo de Kukulcán.
Aunque las nubes opacaron el sol en ocasiones, el fenómeno fue visible intermitentemente, generando aplausos y expresiones de admiración.
A pesar del tráfico y la congestión en las calles cercanas, la Secretaría de Seguridad Pública garantizó la seguridad y la fluidez del tráfico.
La afluencia de visitantes a Chichén Itzá fue parte de un fenómeno nacional, con más de 68,000 personas que visitaron varias zonas arqueológicas de México durante el equinoccio.