Carlos Slim, el magnate más rico de México, ha negado rotundamente haber sido favorecido por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, según declaraciones ofrecidas en una reciente conferencia de prensa. Slim criticó la falta de beneficios para sus empresas en el sector de las telecomunicaciones, donde sus compañías continúan compitiendo en desventaja, y señaló que Teléfonos de México (Telmex) ya no es un negocio rentable. Además, mencionó su participación limitada en proyectos de obra pública durante esta administración, destacando su involucramiento únicamente en el tramo dos del Tren Maya.
El empresario destacó que Telmex ha estado en números rojos durante más de una década debido al pasivo laboral y a la regulación desfavorable que ha impedido su expansión hacia otros sectores. Sin embargo, reconoció que la empresa sigue siendo competitiva y se espera que alcance un equilibrio financiero en 2040.
En una conferencia de prensa de casi cuatro horas, Slim abordó una amplia gama de temas, desde su relación con el gobierno actual hasta su opinión sobre la eliminación de organismos autónomos. Aunque evitó posicionarse claramente sobre la eliminación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), criticó la designación de funcionarios vinculados al gobierno anterior en dicho organismo.
El empresario también rechazó la idea de que sus empresas se hayan beneficiado de manera desproporcionada de la obra pública durante este gobierno y calificó como “tonterías” las propuestas de gravar las grandes fortunas.
En resumen, Slim enfatizó que no ha recibido ningún beneficio especial
