Un pequeño asteroide hizo una entrada en el este de Berlín, Alemania. Descubierto apenas unas horas antes de su llegada, el meteoro se evaporó al ingresar a la atmósfera.
A pesar de la premura de sus descubrimiento, astroaficionados capturaron el espectáculo celestial, apuntando sus cámaras hacia el cielo tras el deslumbrante fenómeno.