Con una labor peculiar, pero adorable, “Osita”, una perrita, se ha convertido en la custodia no oficial de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá.
Su rutina incluye recorrer desde lo alto del Templo de las Mil Columnas hasta los pies del Chac Mool.
Esta curiosa guardiana ha capturado la atención en las redes sociales, donde su imagen se ha viralizado, mostrando cómo esta simpática perrita se ha ganado un lugar en uno de los sitios arqueológicos más importantes de México.
Fotos: José Antonio Keb Cetina