El encargado de una joyería recibió una llamada y le hicieron creer que la voz a través del teléfono era la de la dueña.
Gracias a la rápida movilización del equipo tecnológico de la SSP, policías recuperaron poco más de millón y medio de pesos en alhajas, que extorsionadores presos en Jalisco, cuna de la mafia, le pidieron al encargado de una joyería.
El botín consistía en una pulsera de oro, una esclava de diamante, un pendiente de zafiro, un cuarzo con brillante y un anillo, entre otros objetos, que entregó a un taxista de plataforma, para que llevara a una empresa de paquetería.
De acuerdo con un boletín de la Secretaría de Seguridad Pública, en una plaza comercial del norte de Mérida, el encargado de una joyería recibió una llamada y le hicieron creer que la voz a través del teléfono era la de la dueña del negocio, quien supuestamente en problemas y necesitaba con urgencia que le enviara un lote de joyas.
Le dijeron que el chofer de un taxi de plataforma recogería los artículos para depositarlos en una empresa de paquetería, de modo que colocó en una caja las joyas antes descritas y los entregó.
Instantes después el hombre empezó a dudar y le contó lo ocurrido a un policía estatal de investigación, que está asignado a esa plaza comercial como parte del operativo decembrino que se puso en marcha en todo el Estado.
El policía investigador intuyó que se trataba de un engaño y enseguida lo comunicó al Centro de Control C5i de la SSP, que a su vez activó la alerta a las patrullas al sistema de videovigilancia.
Los uniformados localizaron el taxi de plataforma, lo interceptaron, recuperaron las joyas y las devolvieron al local comercial.
A chofer del taxi de plataforma lo liberaron, luego de que la policía comprobó que no estuvo involucrado en el ilícito.
Al dar a conocer estos hechos, las autoridades estatales llaman la atención de la ciudadanía, para que evite ser víctima de engaño, extorsión o fraude, y para que ante situaciones de esta naturaleza de inmediato cuelguen y reporten al número de emergencias 911 o al policía de la SSP que esté cerca, así como a la persona que supuestamente está pidiéndoles ayuda.
