La ONU sostiene que la comunidad internacional está lejos de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París para limitar la subida de la temperatura.
Las políticas actuales de los países para reducir la emisión de gases de efecto invernadero son insuficientes y abocan a la Tierra este siglo a un aumento de la temperatura global de 3 grados respecto a la era preindustrial, alertó la ONU.
Las promesas de la comunidad internacional, pues, aún se hallan lejos de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París (2015), que busca limitar la subida de la temperatura a menos de 2 grados e, idealmente, a 1.5.
El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi, dio esa advertencia en su “Informe sobre la Brecha de Emisiones” de 2023, que publicó antes del comienzo en diez días en Dubái de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP28), principal foro político para abordar la crisis climática.
Titulado este año “Récord batido: las temperaturas alcanzan nuevos máximos, pero el mundo no logra reducir las emisiones (de nuevo)”, el estudio compara las caídas reales de gases de efecto invernadero con las que hacen falta para combatir el calentamiento global.
El PNUMA subraya que se necesitan cambios a nivel mundial a fin de lograr recortes del 28 y 42 por ciento en los pronósticos de emisión de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 para una ruta hacia los 2 grados y para otra hacia los 1.5 grados, respectivamente.
“No queda ninguna persona o economía en el planeta que no se vea afectada por el cambio climático, por lo que debemos dejar de establecer récords no deseados en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, temperaturas máximas globales y clima extremo”, afirmó la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
Andersen abogó por “establecer otros récords: en reducción de emisiones, en transiciones verdes y justas y en financiación climática“.
Hasta principios de octubre de este año, recordó la ONU, se registraron 86 días con temperaturas superiores a 1.5 grados por encima de los niveles preindustriales.
El pasado septiembre fue el mes más caluroso jamás registrado, con temperaturas globales medias que resultaron 1.8 grados superiores a los niveles preindustriales.
El informe concluyó que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero aumentaron 1.2 por ciento desde 2021 a 2022 para alcanzar un nuevo récord de 57.4 gigatoneladas equivalentes de dióxido de carbono.
Esa medida, cuyas siglas en inglés son GtCO2e, sirve para cuantificar la masa de los gases de efecto invernadero con base en su potencial de calentamiento.
Las emisiones de esos gases en el G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) escalaron 1.2 por ciento en 2022.
“Si los esfuerzos de mitigación que implican las políticas actuales continúan a los niveles actuales, el calentamiento global solo se limitará a 3 grados por encima de los niveles preindustriales este siglo”, avisó el PNUMA.
La aplicación completa de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, en inglés) de los países -que incluyen emisiones previstas por cada nación y medidas de mitigación-, llevaría a “limitar el aumento de temperatura a 2.9°”.
“Las NDC condicionales (cuando las metas dependen de apoyo financiero externo) plenamente implementadas darían lugar a temperaturas que no superarían los 2.5° grados por encima de los niveles preindustriales”, agregó.
El informe consideró que, si se aplican todas las NDC condicionales y las promesas de “cero emisiones netas” de gases de efecto invernadero a largo plazo, “limitar el aumento de temperatura a 2 grados sería posible”.
Sin embargo, puntualizó, “las promesas de cero emisiones netas no se consideran actualmente creíbles”, ya que “ninguno de los países del G20 está reduciendo las emisiones a un ritmo coherente con sus objetivos de cero emisiones netas”.
Incluso en el “escenario más optimista” -añadió-, la probabilidad de limitar el calentamiento a 1,5 grados “es solo del 14 por ciento”.
El informe instó a todas los países a efectuar transformaciones para un desarrollo con bajas emisiones de carbono en toda la economía, con foco en la transición energética.
Según la ONU, las naciones más capaces y responsables en materia de emisiones (particularmente los del G20) deberán “tomar medidas más ambiciosas y rápidas y aportar apoyo financiero y técnico a los países en desarrollo”.
De cara a la COP28, que tendrá lugar hasta el 12 de diciembre, el estudio destacó que esa conferencia realizará la primera Evaluación Global (GST, por sus siglas en inglés) desde el Acuerdo de París.
La GST revelará la próxima ronda de NDC que los países deberían presentar en 2025, con objetivos para 2035.
“La ambición global en la próxima ronda de las NDC -remarcó el PNUMA- debe llevar las emisiones de gases de efecto invernadero en 2035 a niveles consistentes con las trayectorias hacia los 2 grados y los 1.5 grados”.
Además, esa ronda ofrece la oportunidad para que los países de ingresos bajos y medios elaboren “hojas de ruta” con políticas climáticas y de desarrollo ambiciosas, y fijen objetivos claros que requieran asistencia financiera y tecnológica.
“La COP28 -concluyó- debería garantizar que se proporciona apoyo internacional para el desarrollo de dichas hojas de ruta”.