En un estudio se apuntó que un 90 por ciento de los adultos en México decían percibir el cambio climático como una amenaza.
México, Italia y España son los países de la OCDE en los que hay un mayor temor a las consecuencias del cambio climático, un hecho que al menos en parte está en relación con las experiencias de desastres naturales que se han vivido allí.
Esta es una de las conclusiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un estudio publicado este lunes sobre las competencias necesarias para afrontar desafíos como el calentamiento global o las nuevas tecnologías.
Se basa en una encuesta realizada en 2020, en la que un 90 por ciento de los adultos en México decían percibir el cambio climático como una amenaza. El porcentaje era también muy elevado en Italia (87 %), España (85 %), Japón (83 %) y Grecia (81 %).
En todo caso, estaban notablemente por encima de la media del 68 por ciento en los 22 países de la OCDE para los que hay datos comparables disponibles.
En el otro extremo, la percepción del riesgo del cambio climático se limitaba al 52 % en Hungría e Israel, al 48 % en Dinamarca y al 44 % en la República Checa.
Los autores del informe hacen notar que, según el Banco Mundial, México es “altamente vulnerable” a los efectos adversos del cambio climático e Italia “particularmente vulnerable”.
A ese respecto, señalan que los dos países han tenido significativamente muchos más desastres naturales que la República Checa. Y eso ayuda a explicar que la percepción en unos y otros países sea muy diferente.
El nivel educativo y el género también son marcadores pertinentes para evaluar esa percepción. Así, globalmente en los países de la OCDE el porcentaje de mujeres que temía las consecuencias del cambio climático en el sondeo de 2020 era ocho puntos superior al de los hombres.
En cuanto al nivel educativo, un 73 por ciento de los que tenían un título universitario consideraban que el cambio climático constituye una amenaza, mientras que entre los que tenían un título de educación secundaria el porcentaje bajaba al 63 por ciento.